Hoy

Laura esta desnuda, mira la noche desde la ventana de su habitación. Ella vive sola desde hace unos años, nunca le ha gustado compartir sus espacios con demaciada gente, por eso a penas pudo se fué de casa.

Suena Nightmares de fondo, hace un calor sofocante y la luna se ve enorme. Muchos creen que el fin de todo está cerca, en la tv sólo hablan de calenamiento global y del nuevo presidente de un país lleno de imbéciles, pero eso a ella no le importa. En ese momeno sólo puede pensar es su desnudez y en tigres blancos tal vez.
Todo el departamento huele a jasmín,le gusta sentir la vibración de la música en el suelo por eso está tendida, cerca del balcón.

Hoy fué un día demaciado extraño y necesita relajarse. Por primera vez la han seguido en la calle. No está a costumbrada a ser la presa, siempre ha sido ella quién acostumbra a seguir a la gente pero hoy ha sido víctima de su propio juego.
Vestía de blanco, enseñando su espalda, esa espalda llena de historias, rasguños y besos. Esa espalda blanca que parece no tener fin.

Eran cerca de la una de la tarde, y el calor era casi insoportable, Laura paseaba por sus calles,por sus puentes preferidos, siempre en su mundo preocupada de sus asuntos. Derrepente una mirada, un solo gesto, hay un tipo mirandola, pero está demaciado lejos como para distinguir de color tiene los ojos.
En ese momento decide pasar por alto esa mirada indiscreta y se olvida del asunto.

Ausente, distraida como siempre, ni siquiera sospecha lo que esta por venir, ensciende otro cigarro y sigue caminando. De su bolso saca una manzana verde, enorme y fragante, se toma su tiempo para comérsela.

continua...