El juicio del ganso

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Hace bastante tiempo que llevo pensando y repensado esta pregunta, ¿es realmente necesario ser bueno en algo?. Yo por mi cuenta llevo gran parte de mi vida he pensado que soy un bueno para nada y eso se ha visto fuertemente demostrado durante el ultimo tiempo.
Alguna vez, sobretodo en el colegio, llegué a pensar que era bueno para los estudios, pues bueno la vida se encargó de demostrarme que no es así y posiblemente nunca lo sea. Pero en fin, no pretendo auto analizar mi limitada y sobre valorada capacidad intelectual en este momento, bueno hay que dejar material para seguir escribiendo, como si alguna vez se pudiesen terminar los temas.
Volviendo al tema, no considero que el ser particularmente bueno en algo sea una especia de ventaja comparativa con respecto a otros individuos en la vida. El hecho de que existan chinos expertos en hacer animalitos de papel no los hace necesariamente ser buenas personas y además no los hace ser mejor persona que un tipo bueno para las matemáticas. Lo que quiero decir es que no por destacarte en algo que todos consideren bueno o “admirables” eres una persona admirable. Hay mucha gente que basa su apreciación de los demás en los logros personales, en lo material y por sobre todo en la apariencia. Mi mama dice, “oh el es ingeniero anda en un buen auto, de seguro e incapaz de ponerle un dedo encima a su mujer”, o sea para entender, el weoncito es ingeniero o sea tiene un título digamos de una universidad “X” y eso según el juicio de valor de mi mami automáticamente lo convierte en un pan de Dios, personalmente creo que el valor de las personas no puede medirse a arir de cosas como estas, da lo mismo ser un universitario si para todos los demás eres un jodido cabrón y te cagas en las personas. Prefiero pensar que lo que nos hace grandes o destacables es nuestra calidad humana y no el bolsillo lleno de lucas.
Si eres un niño, no te pueden pedir que actúes como adulto, menos aún no pueden llevarte a juicio y decirte “no eres bueno en nada, vas a ser un estorbo el resto de tu vida”. Es triste ver que esto ocurra cerca de mí.
Yo solo se que no soy quién para juzgar.

Honey I`m back!!!

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Que difícil se hace volver a escribir después de un extenso periodo de vergüenza literaria, paja mental o como quieran llamarlo. Francamente este último tiempo me he transformado en una plasta humana. Congele un rato la U, me dediqué a mirar el techo, he tomado antidepresivos, he tomado antidepresivos con alcohol, me enamoré, cambié, conocí de buena forma la casa de una polola, aprendí a respetar, solo entre comillas…. Volví a la U, aprendí a creer y a hacer, bueno todo esto y muchas otras cosas que prefiero guardar para mi. La verdad es que a pesar de todo sigo siendo lo mismo, y no es tan malo como alguna vez lo creí.
Y puta quería escribir una tremenda reflexión así súper intelectualoide con frases rebuscadas, citando a mis mentores y todo el cuento pero francamente no da para eso. Y me apesta el domingo porque aún no me dan la nota de un ramo que me ha costado harto pasar y la verdad es que estoy con el culo a dos manos... pero no queda otra que seguir esperando y rogando a todo lo rogable para que pase de una vez por todas.
Y además en la tele no dan nada bueno, ni siquiera en los 69 malditos canales que tengo al estar colgado al cable, y puta no se como termine viendo a este weón de Arjona en el festival de viña…. Nunca me ha gustado este weon pero puta todas las minas caen rendidas… y uno es un weon muy sensible si admite que le gusta y si te sabes un par de sus canciones, puto Arjona.

Lo que soy

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Alguna vez pensé es desnudar mi alma frente al mundo, francamente dudo que a alguien le importe, pero hoy, justamente hoy tengo los cojones para hacerlo, esto es lo que soy.

Hoy quiero robarme una página de la historia y borrarla completa. Me gustaría por un instante ser un rey de copas y salir, perderme en la noche inmensa que nada ni nadie pudiese encontrarme. Volverme de piedra y ver realmente como pasan los segundos frente a mí.
Mi pensamientos son espacios infinitos que controlo a voluntad, pero mi voluntad es indomable. Mi consciencia me revela su naturaleza despiadada, me muestra mi cárcel y mi castigo.
Hoy quiero vestirme de demonio, y que mi padre sea el mismísimo Satán. Mis pies descalzos, agrietados de tanto caminar piden a gritos una tregua. Pero tal tregua no existe. No quiero que exista tregua. Debo seguir, seguir y seguir.
Mi cursor marca los segundos, mi alma protesta, ruega por la primera sinfonía del destino. Aquella música que te lleva a la locura. Sobrecogedora, como el mismísimo silencio.
Es temprano, me enfrento al mundo que me ruge, esta es la obertura. Magnifica, atronadora, implacable. Pequeños seres atacan mis tímpanos con fieros golpes de pequeños martillos.
La vibración recorre mis oídos hasta reventar mi nervio auditivo. Aún sordo puedo escucharlo.
Madre tierra grita y yo por ahora soy el único capaz de escucharla. ¿Debo acaso contar mi secreto?
Si yo he visto al demonio, es el mismo viejo de mis sueños, me ofrece una vida llena de mi mismo a cambio de que crea en el. Yo de por si ya creo en el, sueño con el, quiero que sea mi padre mi compañero. A veces quiero cumplir su tarea, entender el dolor. Frenar el grito infernal del mundo. Peor no, hay otra cosa llena de sentido que me hace dejar de creer. El sentir. Antes que todo soy un animal y no un ser pensante. Prefiero sentir que creer. Me hace mejor, es de verdad.
Soledad, estado transitorio. Eso le voy a decir a mi psiquiatra cuando me internen por loco y ese tipejo medio gordo, con poco pelo, me someta a sus pruebas de análisis del comportamiento. Honro mi locura, y así como el mundo me ruge, yo estoy de pie mostrándole mis dientes, sin miedo a rugirle también y así frenar su alarido de muerte.
Crucifíquenme y que me devoren las aves, primer mandato de nuestro segundo señor Jesucristo, amante del buen pecado, goloso, lujurioso y patán. No pudo ser hijo de Dios porque tenía las manos callosas. Dios no acepta que sus hijos tengan las manos callosas, por eso los pobres se van al infierno. Y del mismo infierno nacieron los negros de pies blancos.
Me siento engañado, frustrado por un mundo que es hembra. Pero el engaño me lo hago yo mismo. Me gustan las hembras y mi condena es justamentente tener que enamorarme de una.
El mundo es hembra, por eso ruge y jode todos los días. Caigo al suelo por el golpe de la bala en mi pecho. La que lo disparó fue ella, la hembra del destino. Me retuerzo en mi sangre, que no es mas que sangre menstrual de mi madre tierra.

De vuelta a la nostalgia

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Algo escrito hace mucho tiempo para ser publicado acá.

Nostalgia

Hoy por primera vez en mucho tiempo me veo. Me veo y sufro en oleadas infinitas que llenan mi pecho y lo revientan con su poder. Si soy capaz de sufrir, de caer, pero eso me deja saber que sigo vivo y que no puedo borrar mi pasado. Mis acciones que nunca pensé son las que me tienen aquí ahora. Tengo ganas de olvidar pero no puedo. Es como si el pasado pudiese extender la garra del error a todos los lugares a los que trato de escapar. Quiero olvidar lo que hice y lo que fui. Quiero firmar mi adiós con sangre, con mi sangre pero aún no es tiempo, no es mi tiempo. Tampoco quiero resucitar los muertos, solo quiero olvidarlos. Pero ese maldito recuerdo me persigue.
Sobre como alcanzar el olvido es una materia que aún no me parece familiar.