Le Parquesito

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Hoy fue un completo asco, pero para mi sorpresa desde un tiempo a esta parte mi suerte parece estar volviendo. A pesar de que llegué 45 minutos atrasado a una prueba ( si 45 minutos, hay que ser muy weón), por razones ultra terrenas, creo que la venta no fue de proporciones.
Después de la mentada prueba y de comer un helado rancio en el foodgarden con Pablo, la gorda rubia de colegio de minas, el hobbit y la enana extraña con piercing, decidí irme y dejar de pasearme por los amplios e hipoalergénicos pastos de Juan Saquín. El asunto es que me fui al metro, siempre realizando el ejercicio de mirar haber si es que encuentro a una mina rica, pero como de costumbre no había mucho que mirar, así que me senté a esperar que llegara el trencito azul.
Después de un rato llegaron un par de niñas lindas, me gustó la crespita, era linda con unos ojasos azules increíbles. Se notaba que era del sur, no se porqué puedo saber cosas de la gente con sólo mirarlos, lo extraño iba a pasar un rato después cuando ya en el metro la crespita le contó a su amiga que era del sur y un montón de cosas más que no viene al caso mencionar.
No se porqué no me baje en mi estación y seguí hasta Baquedano, tal vez sólo por el placer de seguir mirando a la crespa y cual voyerista seguir escuchando su conversación con la rubia, que a pesar de ser linda no tenía nada de especial.
En Baquedano las perdí de vista, no importó mucho, no tenía idea de la razón que me había llevado a Baquedano, pero me fui para Pedro de Valdivia, como siempre, me di unas vueltas locas y para variar terminé durmiendo en el parquecito. Yo no se que tiene ese parque que me da sueño, además de esa atmósfera de buena onda y de parejitas cachondas sin plata que se van a revolcar con su acompañante de turno, dicho sea de paso, así conocí yo el parquecito. Dormí como media hora, me desperté de frío, y me puse a mirar el Mapocho, es increíble que un río mueva la caca de toda una ciudad. Al otro lado del río habían, como siempre, tipos corriendo, tipos fumando y además una tropa de estudiantes de arte o diseño dibujando el río y los puentes de por ahí .

La diferencia entre el yo de antes que dormía en el parquecito y el yo de ahora, que también duerme en el parquecito, radica en la falta del sentimiento de soledad, me importa una wea seguir viviendo solo ya que afortunadamente estoy rodeado de pelotudos que me alegran la existencia, no se si sea necesario buscar a alguien y auto convencerme de amar a ese alguien y estar con ese alguien para no estar solo. Mejor solo que acompañado por alguien que realmente no vale mucho para mi. Lo que no necesariamente disminuye las ganas de conocer a una mina del sur, artista o filósofa, inteligente que me enseñe weas locas de la vida y del mundo en general, con la que pueda hablar y sentirme yo. Por ahora la guitarrita es mi polola y esta harto rica, tiene unas curvas increíbles y suena como los dioses.
Por weón me pasan tonteras, pero si no llegara tarde a las pruebas importantes, si no pensara en minas del sur con rulitos, si no fantaseara con cada mujer linda que se me pasa por delante, si no quedara debiendo parte de la cuenta del mes de Falabella, si no me arrancara a dormir al parquecito, si no me quejara de lo solo que estoy, si no me acordara de todos esos personajes que me acompañan en el existir, si no hiciera nada de esto no sería yo.

Querido lector, reza por mi para que no cage con mi prueba, = respondí bastante para haber llegado 45 minutos tarde.

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