Y ya nunca más
volverán mis ojos a ver tus ojos
y tu mata de pelo.
Y allí, desde lo lejos,
van llegando los viejos recuerdos
en ráfagas, lentas, de viento.
Y ya nunca más
volverán mis ojos a ser tus ojos,
y mi mente un vertedero.
Y allí, desde lo lejos,
van llegando los viejos recuerdos,
tan royéndome por dentro.
Parte de una tremenda canción, no deja de ser verdad.
Salud.
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